Si estás interesado en identificar si tu proyecto, programa o tu organización está teniendo un impacto real en las personas o contextos con los que trabaja, hoy te contaremos acerca de una de las herramientas más utilizadas en el ámbito del desarrollo, que estamos seguros te ayudará a facilitar este proceso: la Teoría de Cambio (TdC). A través de ella será posible visualizar consciente, creativa y de manera participativa los procesos de transformación que se esperan generar con una intervención social.
La TdC articula y explica claramente el qué, cómo y el porqué de un proceso intencionado de cambio en un contexto determinado. A diferencia de la planeación orientada desde el enfoque de marco lógico, cuya característica principal es la representación lineal y descriptiva de las transformaciones provocadas por una intervención, esta herramienta es más flexible en la medida en que se basa en una lógica sistémica. Es decir, permite establecer múltiples interconexiones y relaciones causales entre variables que intervienen y determinan las dinámicas de una problemática social, así como identificar los supuestos que subyacen a la lógica de intervención que se va a implementar en un programa o proyecto.
La TdC toma como punto de partida una lectura rigurosa del contexto donde se va a intervenir y la identificación de las capacidades, conocimientos y habilidades que posee un programa, proyecto u organización para contribuir a la solución de una problemática determinada. Además, señala de forma específica las estrategias que se llevarán a cabo, conceptualizando los cambios sociales esperados por la implementación, ayudando a que haya coherencia causal entre las transformaciones que se buscan y las actividades que se implementan.
Uno de los principales errores que cometen los actores que trabajan por el desarrollo es preocuparse demasiado por la construcción de indicadores para monitorear sus intervenciones, sin antes definir específicamente los cambios que se buscan generar en un contexto en particular. Esto provoca, en la mayoría de las ocasiones, una desconexión entre el componente estratégico y operativo de un proyecto, ya que no se hace evidente la relación causal entre una actividad determinada y el propósito ulterior perseguido.
La ruta propuesta por la TdC permite que la identificación y conceptualización de los cambios sociales esperados se corresponda con las estrategias y actividades. Así, la construcción de indicadores contempla el avance del proceso, los resultados esperados durante la implementación y el impacto generado por él mismo.
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