¿Has calculado cuánta basura sale semanalmente de tu casa? 🗑 Yo tampoco. Pero el Banco Interamericano de Desarrollo sí se puso en la tarea y esto fue lo que encontró: un latinoamericano genera 0,63 kg de basura al día. Si a esto se le suman los residuos sólidos municipales, es decir los domiciliarios más otros residuos de origen comercial o que surgen de la limpieza de las calles, parques y jardines, el número asciende a 0,93 kg al día.
Vamos con los siguientes cálculos entonces: una persona que vive 75 años generaría a lo largo de su vida 1,72 toneladas de residuos. Y una familia de 4 miembros generaría casi 70 toneladas (Tomado de https://blogs.iadb.org/agua/es/sabes-cuanta-basura-generas-en-un-dia/)
Por supuesto, estas son cifras grandísimas y es comprensible que en la dinámica de consumo en la que vivimos, estos números puedan incrementarse mucho más. Entonces, ¿qué hacer al respecto? La primera respuesta sería: no comprar tanto, o por lo menos al momento de comprar poder preguntarnos: ¿realmente lo necesito?
Si de verdad se necesita ese ítem u objeto que se va a comprar, una forma de mitigar un poco el impacto ambiental es definir cuál es la mejor forma de deshacernos de sus residuos o del mismo cuando acabe su vida útil.
Enfoquémonos en aquellos objetos cuya vida útil es muy corta: pitillos, cubiertos plásticos, paquetes o envolturas, tapas o envases plásticos. Si les diéramos un mejor tratamiento al momento de deshacernos de ellos, el impacto ambiental sería mucho menor.
Hoy te traemos una forma sencilla, concreta y fácil de adaptar en casa, en el colegio, en la universidad o en el lugar de trabajo, para mejorar esa disposición de residuos de consumo diario: las botellas de amor. Una iniciativa que surge en Medellín liderada por John Berrío, y que después de haber explorado varias formas de tratamiento del plástico, retoma la base de los eco-ladrillos, pero con una leve modificación: harán parte del ciclo final de los residuos plásticos permitiendo su transformación en RPL (Recycled Plastic Lumber), es decir, láminas de plástico reciclado. Estas láminas pueden moldearse de acuerdo a lo que las personas deseen: vigas, paredes, columnas, palos, entre otras. ¿Para qué? Para construir casas, parques, sillas, puentes, comedores… cualquier mobiliario que se pueda imaginar.
¿Cómo funciona?
Paso 1:
Separa todo residuo plástico flexible como envolturas, empaques, bolsas (que no se puedan reutilizar) o productos plásticos. Es importante que las envolturas de los productos lácteos estén lavadas y secas, por ejemplo el plástico de una bolsa de leche o del queso.
Paso 2:
Busca una botella plástica con tapa de cualquier producto. Sirven botellas de gaseosa, de jugo o de agua. No importa el tamaño o la forma.
Paso 3:
Pon los plásticos dentro de la botella y presiónalos hasta que se compacten. Es importante que la botella pese, de lo contrario, no los has compactado bien. Puedes ayudarte de un palo de escoba cortado o de una vara. Muchas personas usan el palo del molinillo para el chocolate.
Paso 4:
Una vez la botella está llena, llévala al centro de acopio más cercano.
Adquirir un hábito toma entre dos y tres semanas dependiendo de lo constantes que seamos. Y este es un hábito que reducirá mucho la basura que sacas semanalmente, ayudará a iniciativas como la Fundación Botella de Amor y de seguro, disminuirá la huella ambiental y los niveles de contaminación
¡La tarea empieza ya! Según una publicación de Revista Semana de 2020, en los próximos 4 años 321 rellenos sanitarios de Colombia cumplirán su vida útil.
Y entonces, ¿para dónde se irá toda la basura?